
Patricia se despidió de Puerto Madryn presentándose en el restaurante Vesta a la orilla de la costa del Golfo Nuevo, la noche del sábado 5 de abril. Su presencia en la ciudad, que tenía programada originalmente por cinco días, se extendió a dos meses, desde aquellos días de febrero. El cariño de la gente, las bellezas naturales del Golfo Nuevo y Península Valdés, fueron el espacio ideal para ella, creando vínculos muy fuerte al entorno humano y natual.
Realmente dejó la ciudad rumbo a El Bolsón (Río Negro) con cierta tristeza por todo lo que dejaba por detrás suyo, pero tomó su nuevo horizonte con una carga importante de proyectos inspirados durante su estadía en Puerto Madryn. Alojada en una confortable cabaña de la zona andina, se encuentra trabajando intensamente sobre su piano en pos de esos proyectos que ya le estan marcando un norte diferente.



No hay comentarios:
Publicar un comentario